Es
de La Plata ,
tiene 43 años. Trabaja de transportista y reparte su día entre el trabajo, el
estudio y la familia: Sandra, su esposa, Rocío, Quimey y Lihuen, sus niñas de
22, 15 y 5 años. Ahora se suma la nueva integrante de la familia, Catalina, su
nietita, hija de Rocío.
Su relación con la artesanía y ese mundo es a partir de
amistades muy involucradas con el tema. Más allá de compartir algunas cosas de
la filosofía de vida de alguno de sus amigos le parece “destacable” y “muy
copado” la forma en la que trabajan y se ganan la vida, muchas veces por fuera
del mundo comercial.
Cuenta
que cada vez que conoce un lugar, un pueblito o cuando va a vacacionar lo
primero que busca para ver es una feria artesanal donde haya productos
artesanales del lugar, un mate, bijouterie o algún objeto de decoración para la
casa.
Asegura
que su esposa y él en alguna vida pasada deben haber sido artesanos porque
Rocío es una artesana en potencia y lo más llamativo es que es autodidacta
desde pequeña.
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